A menudo, las bodegas se cuestionan la necesidad o la conveniencia de instalar una máquina ENJUAGADORA en sus líneas de embotellado, por lo que, en base a nuestra experiencia pretendemos arrojar un poco de luz que ayude en la toma de

decisiones.

En primer lugar, una máquina ENJUAGADORA tiene una finalidad concreta y una utilidad real como es eliminar cualquier tipo de partícula presente en la botella que pueda suponer un riesgo para la salud del consumidor en primer lugar o, incluso sin representar riesgo, un problema de reclamación o devolución con el consiguiente deterioro de la imagen de marca en segundo lugar; estas partículas pueden tener orígenes muy distintos, pueden ser de polvo cuando se utilizan intercaladores de cartón entre capa y capa de botellas o de otro tipo de suciedad por la reutilización y mala higienización de separadores plásticos, de pequeños fragmentos de vidrio o, a menudo, insectos que se cuelan durante los largos periodos de almacenamiento en las vidrieras y, también, en las propias bodegas, donde es frecuente encontrar los pallets a la intemperie o incluso debido a actos de sabotaje interno.

Es tal su importancia que es habitual que muchas bodegas, cuando comienzan a operar con grandes compañías de retail, se ven obligadas a cumplir normas de seguridad alimentaria (p. ej. IFS FOOD, BRC, etc.) que exigen la presencia y uso de máquinas enjuagadoras en las líneas de embotellado.

Además de todo lo anterior, hay una cuestión legal ya que el código alimentario español dice literalmente “…es obligatoria la higienización de cualquier envase destinado a uso alimentario antes del llenado…”, por tanto, es una normativa de aplicación en cualquier sector, sea en el llenado de bebidas, vino, etc., como en el envasado de conservas o cualquier otro tipo de producto alimentario.

Por tanto, la primera respuesta es clara, SI

sección enjuagadora | sopladora

Diferentes variables ligadas al tipo de máquina

Aclarado lo anterior se abren diferentes variables ligadas al tipo de máquina y, principalmente, al fluido de limpieza; las máquinas que utilizan AGUA como fluido de limpieza, reciben el nombre de ENJUAGADORAS, (o ENVINADORAS si el fluido de limpieza es vino) y, si el fluido de limpieza es AIRE o un gas inerte, se denominan SOPLADORAS; no obstante, la máquina esencialmente es la misma en todos los casos.

De ellas la más común y aceptada es la versión ENJUAGADORA ya que utilizar un líquido como fluido de limpieza, al tener capacidad de arrastre, es siempre mejor que utilizar cualquier gas y, además, el agua es el producto más inocuo, salvo en aquellos casos en los que la utilización de agua como fluido de limpieza, no sea posible con el producto embotellado, como p. ej. aceite, por lo que en estos casos el fluido de limpieza es el AIRE.

Un factor importante que hay que tener en cuenta es que este tipo de máquinas no pretende ESTERILIZAR el envase si no solamente HIGIENIZAR, eliminando cualquier partícula sólida o cosa.

No obstante, si lo que pretendemos es que la enjuagadora cumpla su objetivo sin efectos secundarios deberemos garantizar un agua potable en primer lugar y de la mayor calidad posible, carente de partículas, es decir, filtrada, incluso descalcificada a ser posible, y ¡importante! carente de aromas y con bajo nivel de cloro, que pudieran aportar gustos negativos al producto final; si esta calidad no es posible es mejor utilizar un circuito cerrado de agua con una pequeña solución alcohólica o incluso la máquina en versión SOPLADORA, es decir, con aire.

También el AIRE que se utilice en una ENJUAGADORA/SOPLADORA, debe cumplir unos requisitos mínimos de calidad, como son que esté previamente secado, desengrasado y filtrado.

Dentro de las máquinas se establecen diferentes tipos de máquinas más o menos eficientes, como por ejemplo las máquinas de inyector fijo vs. inyector móvil, mucho más eficientes las segundas, máquinas con doble fase de escurrido, en las que el residuo final de agua en botella se minimiza de manera importante gracias a una inyección final de aire o gas inerte que consigue desprender parte del agua adherido a la pared de la botella por tensión superficial, vs. máquinas de fase simple que son aquellas en las que el escurrido se realiza por gravedad.